EL APRENDIZAJE DE LA LECTURA: LOS PRINCIPALES RETOS EDUCATIVOS
El aprendizaje de la lectoescritura, es uno de los principales retos
de la escuela. Actualmente existen varias metodologías que se utilizan para
aprender a leer y escribir, no obstante, en la gran mayoría la transmisión de
conocimientos va del enseñante hacia el alumnado, y el interés, la motivación
es de carácter extrínseco. Los niños y las niñas desarrollan mas una actitud
buena con la voluntad de gustar a los docentes, que no por el interés que les
despierta el propio funcionamiento de la lengua.
Teniendo en cuenta que el área de lenguaje esta orientada principalmente al desarrollo de las
competencias comunicativas básicas (hablar y oír, leer y escribir), y el
objetivo de esta es aprender, desarrollar
o mejorar la capacidad de comunicarse, conviene detenerse un momento y
analizar la siguiente situación expresada por padres y maestros: ¿Por qué los estudiantes
no saben leer comprensivamente y se les dificulta expresar, por escrito, su
pensamiento de forma coherente?
Algunos autores coinciden en que la causa principal de este problema
se encuentra en que al niño se le introduce en la mecánica de leer y escribir
sin que esto obedezca a una cualificación de sus necesidades comunicativas, ni
conduzca a un mejoramiento de sus
actuaciones comunicativas; es decir, que existe un abismo evidente cuando el
estudiante pasa del ámbito escolar al laboral entre el uso escolar y el uso
social del lenguaje.
Analizando algunas de las prácticas pedagógicas tradicionales, se
puede observar como estas agudizan la brecha. Algunos ejemplos son los
siguientes:
·
Uso
prioritario del libro de texto, con exclusión casi total de otros materiales de
apoyo. Es indispensable que el maestro
entienda que el libro de texto es
una guía para el desarrollo de su clase
y no es la suma de todos los conocimientos; por ello debe incluir otros libros,
videos, fotografías, pinturas, canciones, etc., que le den al estudiante una
visión más profunda e interdisciplinaria del conocimiento.
·
Se
lee y se escribe cuando el maestro lo indica, no cuando existe la necesidad de
hacerlo. Es importante que la escuela
genere espacios y tiempos en los cuales los estudiantes tengan la posibilidad
de leer y escribir de acuerdo con sus
necesidades, diversión, información
formación, ampliación del conocimiento, etc., de forma tal que surja en ellos
el gusto e interés por estos procesos constructores de pensamiento y
conocimiento.
·
La
lectura se rige por los códigos de interpretación que el maestro impone, de ahí
que solo existe una lectura valida: la del maestro. Es erróneo obligar al
estudiante a que repita nuestra interpretación del texto, nuestra verdad. El
proceso de lectura no pretende buscar verdades para validarlas, sino reformular
conjeturas, apostar hipotéticamente, como afirma Fabio Jurado: “leer y escribir
en aras de la conciencia” lo que significa crear una relación dialógica entre
lo que conocemos y sabemos y lo que nos
dice el texto.
·
La
escritura no se concibe como un proceso sino como un resultado, un producto que
se obtiene al primer intento. Usualmente, en la clase, se solicita al
estudiante la escritura de un texto como la forma de verificar el conocimiento
aprehendido y, generalmente, el texto no
vuelve a ser revisado. Sin embargo en el proceso de escritura es tan importante
el producto como cada uno de los borradores; por ello debe practicarse la
revisión, corrección y evaluación de cada texto escrito.
La lectura se ha definido como la habilidad para interpretar y
producir los sonidos que corresponden a los signos de la lengua materna; sin
embargo leer es más que el simple acto
de pasar los ojos por un texto y
decodificar signos.
METODOLOGÍA DE LA LENGUA CASTELLANA
A finales de la década de los 6 del siglo XX lingüistas como C.
Carolin H Widdowson, entre otros, considera que el aprendizaje de la lengua
debe ser fundamental en el desarrollo de
la competencia comunicativa, esta idea hace surgir un nuevo enfoque, con unos
objetivos bien definidos en busca de que todos los aprendices de una lengua desarrollen la competencia comunicativa. Ciertamente que la enseñanza de la lengua y la
literatura, requiere de los aportes de la pedagogía, la sociología, la
lingüística, la sociolingüística y las preceptivas literarias.
Existen diferentes métodos o formas de aprendizaje de los idiomas y
cada uno en el devenir histórico ha
jugado un papel importante. Los métodos tradicionales que partían de la forma
estructural de los sonidos, las letras, las silabas, las palabras generadoras,
las frases y las oraciones, estudiando
la forma de la lengua, es decir, su estructura, luego llegaron los métodos
modernos que van desde, la enseñanza integradora, holística e integral de la
lengua, los métodos ecológicos, los métodos autónomos del alumnado de Ferrere,
con Deeldy.
(El trabajo como centro de interés)
Montessori (Profesor como guía) Freinet
SOBRE LA LECTURA Y LA ESCRITURA EN EL MUNDO DIGITAL
El uso generalizado de las TIC en todos los ámbitos de la actividad
humana conlleva la exigencia de aprender nuevas formas de leer y escribir. La
lecto-escritura ahora se realiza frecuentemente sobre documentos digitales que
combinan textos con diversos elementos audiovisuales (imágenes, sonidos,
vídeos...), utilizan nuevos soportes (pantallas, teclados y punteros, software
de edición…) y requieren nuevas habilidades, ya que las diferencias entre la
lecto-escritura tradicional y la nueva lecto-escritura digital son muchas y
comprenden múltiples aspectos.
También se debe tener en cuenta las diferencias en cuanto a aspectos
ergonómicos: sostenemos y hojeamos los libros con nuestras manos en tanto que
los materiales digitales se manifiestan en una pantalla de variados soportes e
interfaces (ordenador, PDA, teléfono móvil, TV/DVD, MP3/iPod, consolas de
videojuegos, cajeros automáticos, e-book...) que manipulamos con teclados,
ratones, lápices electrónicos, pantallas táctiles, etc. Esta visualización a
través de las pantallas permite al lector ajustar el tamaño, el color de letra
y fondo, la longitud de las líneas del texto, la audición del texto, la activación
de las simulaciones y vídeos... Con los adecuados soportes tecnológicos se
puede facilitar el acceso a la lectura a personas con discapacidades: hay
amplificadores de letra para personas con poca visión, sistemas de lectura
automática de audio para invidentes, periféricos para que controlen el
ordenador personas con problemas motrices... Casi se pueden hacer milagros.
En lo que respecta a la escritura, frente a las posibilidades que
ofrecen un lápiz y un papel, la escritura digital cuenta con el apoyo de las
múltiples funcionalidades que ofrecen los procesadores de textos multimedia
(mover textos y otras ayudas a la edición, corrección ortográfica, etc.). Además, Internet nos ofrece múltiples formas
de comunicación asíncrona (correo
electrónico, tablones de anuncios, portales dinámicos...) y síncrona (chats,
videoconferencias...) para leer y escribir textos a personas de todo el mundo.
En el caso de las bitácoras y las wiki, editores que permiten escribir
directamente en Internet, es posible que varias personas escriban un documento
simultáneamente desde lugares distantes. Como contrapartida hay que aceptar la
pérdida de privacidad, ya que las acciones que realizamos en Internet quedan
registradas por los proveedores de servicios de Internet y pueden ser
interceptadas por "piratas del ciberespacio".
También cambia la mecánica de la lectura y el proceso cognitivo de la
información. No es lo mismo leer y escribir documentos con una estructura
secuencial y construidos con caracteres alfanuméricos y alguna imagen, que leer
y escribir documentos con una estructura ramificada hipertextual, saturados de imágenes, vídeos, sonidos
digitalizados... Los documentos digitales tienen una tercera dimensión (profundidad)
ya que los textos pueden superponerse a las imágenes de fondo y sus elementos
actuar también como hipervínculos e ir apareciendo progresivamente según las
actuaciones del lector, abriendo múltiples caminos para la lectura. Las
posibilidades de interacción se multiplican. Pero también las posibilidades de
perdernos en lo accesorio. Como ocurre cuando buscamos información en la
inmensa biblioteca en red que es Internet, donde muchas veces perdemos horas y
horas “revoloteando” ante documentos que llaman nuestra atención, pero que nos
alejan de lo que estábamos buscando.
Las nuevas posibilidades que ofrece la sociedad de la información
digital que estamos viviendo exigen nuevas competencias a todas las personas
para no quedarse convertidas en “analfabetas digitales”. Aunque la sociedad
debe actuar desde diversos estamentos para facilitar estas nuevas competencias
a todos los ciudadanos (los mayores también tienen derecho a acceder a esta
nueva cultura digital), la escuela sigue afrontando el reto más importante:
asegurar que todos los jóvenes adquieran una adecuada formación básica, en la
que, como siempre, las habilidades lecto-escritoras constituyen el núcleo más
importante.
DEFINICIÓN DE LAS TIC
Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)
inciden de manera significativa en las generaciones más jóvenes, que se adaptan
rápidamente a ellas. Podemos aprovechar y potenciar este proceso para que, con
el apoyo de las TIC, los niños y niñas mejoren y refuercen sus habilidades de lectura
y escritura.
La relación entre las TIC y la educación tiene dos vertientes: por un
lado, los estudiantes necesitan conocer y aprender el funcionamiento de las
nuevas tecnologías. Por otro, las TIC pueden aplicarse al proceso educativo y
mejorarlo, ya que éstas proporcionan una inmensa fuente de información,
material didáctico y son un instrumento de productidad para realizar trabajos.
Para poder integrarlas a la escuela como herramientas que faciliten el aprendizaje,
reduzcan el fracaso escolar y sean agente de innovación y desarrollo social, el
docente debe seguir una formación permanente.
No hace falta que sean expertos en informática, pero sí deben conocer
las herramientas TIC para desarrollar las nuevas competencias lingüísticas (comunicación,
búsqueda de información) que surgen de la nueva interacción social en la sociedad
de las TIC.
Los docentes tienen el papel clave de enseñar los procedimientos que
son hoy el centro del aprendizaje para que las generaciones más jóvenes puedan
beneficiarse de todas las ventajas que las nuevas tecnologías ofrecen.
LEER Y ESCRIBIR CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
La lectura y la escritura son un reto para los alumnos y para el profesorado.
Y actualmente ya no basta con saber leer y escribir en los medios
tradicionales, sino que también se deben dominar los medios electrónicos. La
escuela deberá, por tanto, propiciar la adquisición de competencias TIC para
que los chicos y las chicas cumplan un papel más activo y, en el futuro, puedan
gestionar su propia formación que se desarrollará a lo largo de toda la vida.
Los procedimientos de escritura están cambiando gracias a las TIC: el
uso del procesador de texto permite planificar mejor lo que se escribe porque
da opción a revisar, corregir, conservar varias versiones de un texto, cortar y
reordenar fragmentos, establecer jerarquía de ideas, etc.
Con la ayuda de las TIC el texto escrito adquiere un carácter multidimensional,
resultado de la hipertextualidad, de los recursos multimedia y, sobre todo, de
la colaboración de diferentes voces narrativas en Leer y escribir con las
nuevas tecnologías una
fascinante polifonía. Estamos ante una nueva cultura de la lectura y la
escritura en la que interacción y participación son las palabras clave.
La habilidad lectora ya no queda
limitada a la secuencia lineal que ofrece el formato papel, sino que los
contenidos en hipertexto invitan a una lectura nueva, a una lectura no lineal que
permite trazar un paralelismo entre el funcionamiento de la mente humana
mediante la asociación de ideas y el hipertexto, que sigue también esa tendencia
natural a la "selección por asociación", al no seguir un hilo único y
lineal.
Por otro lado, mediante Internet se puede acceder a numerosas
plataformas que almacenan una cantidad inmensa de libros infantiles y
juveniles: son las llamadas bibliotecas virtuales. Además de descubrir obras
muchas veces desconocidas, las plataformas también suelen constituir
comunidades literarias virtuales donde alumnos y profesores tienen acceso a
reseñas de obras, recomendaciones de lecturas, biografías de autores, etc.